Nanotecnología:

La próxima revolución tecnológica

Si el paso de las velas a la electricidad nos cambió radicalmente; y el avance tecnológico nos sorprendió desde el bulbo hasta los microchips, desde el telégrafo hasta la Internet, espera a vivir la nueva era de la nanotecnología.

Le dicen la ciencia de lo más pequeño y no es para menos. Un nanómetro equivale a la milmillonésima parte de un metro. La millonésima parte de un milímetro. Más claro, equivale a 10 mil veces más pequeño que la punta de un cabello. Y ahí, en ese nano mundo, científicos de diversas nacionalidades han estado descubriendo e inventando posibilidades más que novedosas para ser aplicadas en la tecnología, sí; pero también en la elaboración para productos mucho más comunes, como ropa, pinturas, medicinas, plásticos y metales por solo mencionar algunos.

El principio

Como todo lo que pertenece a la naturaleza, la nanotecnología ha estado siempre ahí, esperando a ser descubierta y controlada por la inteligencia humana. Fue en el siglo pasado cuando se crearon los primeros microscopios atómicos y, entre otras muchas cosas, se pudieron conocer los átomos de los elementos. El primer elemento que la ciencia comenzó a manipular, de los 118 que existen en la tabla periódica que ensenan en las clases de química, fue el carbono.

No es extraño que haya sido el carbono el primer elemento que se logró manipular a nivel atómico; recordemos que los seres humanos y gran parte de lo que existe en el planeta Tierra está hecho de carbono. Esto permitirá que, por ejemplo, las aplicaciones a la medicina para curar enfermedades que hoy son mortales, sean bien recibidas por el cuerpo.

Los nanotubos de carbono

Una nano molécula de carbono es como una hoja de papel, plana y con dos lados; de esta manera no es posible crear formas que ayuden a construir estructuras para las miles de millones de aplicaciones que la nanotecnología puede dar a la humanidad. Pero la ciencia ya resolvió ese problema. Los científicos mexicanos Humberto y Mauricio Terrones lograron por vez primera crear un nanotubo de carbono. Imaginen que esa hoja de papel es enrollada y como esa, miles y miles. Esa nano molécula de carbono enrollada se convierte en un nanotubo que, además de poder absorber o transportar en su interior alguna sustancia o carga, también puede ser embonado en diversas formas como ‘Y’, ‘T’ y ‘X’ lo que permite crear nano estructuras.

Los nanotubos de carbono hoy son una realidad. De hecho, se han logrado controlar los dos tipos de átomos que los componen: el grafito y el diamante. Aunque, a decir verdad, hoy por hoy ya existen nanotubos de otros elementos como oro, plata, litio y algunos más. La meta es controlarlos y combinarlos todos en pro del avance.

Algunas aplicaciones del futuro

A través de las nano moléculas de carbono, el mundo ira conociendo un mayor control y cura de las enfermedades mortales; así como de virus y bacterias. Aplicaciones para una recuperación y protección ecológica. Avances sin precedente en materiales de construcción y aerodinámica. Un incremento inimaginable en la capacidad de memoria para los sistemas computacionales, en estructuras increíblemente pequeñas. El manejo de nuevas y mejores energías de desplazamiento a muy bajo costo y bajo calentamiento. Nuevos sistemas de comunicación nunca antes vistos. Ropa casual, pinturas y plásticos con propiedades de alto blindaje. La computación cuántica será común. La humano-robótica será una ficción hecha realidad. Todo esto, con todas sus variables e interpretaciones y muchas opciones más.

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La mente y las manos que la manejen

Todo suena muy bien. La nanotecnología llevara muy pronto a la humanidad a niveles de avance jamás imaginados. Pero también será susceptible de mal uso. Desde nano polvo inteligente que pueda ser rociado para que vigile un lugar, un grupo, una persona y a su vez envié datos determinados; hasta artefactos tecno-explosivos de muchísimas variedades y micro-tamaños, con gran capacidad de destrucción. Pasando por cualquier opción que se les ocurra en el mundo del terrorismo, el narcotráfico o, simplemente, la competencia empresarial.

Estará en las manos de las sociedades, la exigencia a toda costa, para los gobiernos que ya han comenzado a desarrollar la nanotecnología, para que eviten al máximo el mal uso de esta novedosa y visionaria tecnología; mas allá, en especial, de sus intereses económicos.