domingo, 6 de noviembre de 2011

El amor es tridimensional

Muchas parejas, familias o amigos terminan una relacion simplemente porque no entienden o no conocen las dimensiones del amor.



Es muy probable que nunca se hayan dado cuenta; pero siempre hay tiempo para cambiar la visión sobre el amor y de esta manera poder amar con mucha más intensidad. Sin embargo, lo más importante es la manera en que se comprenda. Muchas personas están convencidas que no es posible entender el concepto del amor; y tal vez tienen razón. Pero lo que sí se puede hacer es aprender a expresarlo en toda su intensidad.
¿Por qué siempre se habla de lo que se siente cuando una persona está enamorada? Hay mucho que decir también sobre lo que se piensa y sobre lo que se hace; todo en nombre del amor. El punto es que si ese amor no es tridimensional, realmente no se está amando del todo.
Muchos enamorados aseguran que la parte más clara del amor es la emoción que se siente en el estomago acompañada de esas palpitaciones rápidas y el ronroneo de la respiración. ¡Se sorprenden de cuánta felicidad puede llegar a acumularse en el cuerpo! Mucha gente piensa que la fuerza del amor es una. ¡Pero no! ¡Las fuerzas del amor son tres!


La primera dimensión del amor

El sentimiento es la primera dimensión del amor. Es la fuerza más inmediata que da la sensación de que todo es posible en el mundo. Es la forma interna más visible del amor; pero ¿es posible que sea visible? Una emoción es completamente intangible, entonces ¿qué pasa? Bueno esa es una de las grandes muestras de cómo actúa el amor. ¡Lo invisible lo hace visible! Sencillamente no se puede ocultar. Ahora bien ¿dónde radica realmente este sentimiento que altera los sistemas del cuerpo? El sentimiento del amor tiene su fuente de energía en el espíritu. ¡Sí! Esa energía que alimenta cada día las ideas y da ánimo para realizarlas. Esa fuerza que llega ‘quién sabe de dónde’ y transforma a las personas en seres extraordinarios.


La segunda dimensión del amor

Entonces llega la segunda dimensión del amor. La fuerza del pensamiento. Se comienza a planear todo alrededor del amor, alrededor de esa sensación maravillosa de la que nadie quisiera desprenderse un instante y por eso en la mente de cada quien no hay otra cosa que estar planeando cómo se puede estar cerca del amor y permanecer ahí. Todo el tiempo se busca darle gusto a la persona amada, regalarle el cielo y las estrellas. ¡Nada parece imposible y la verdad es que nada es imposible! Esa es otra muestra de cómo actúa el amor. La construcción permanente de ideas que, de una manera o de otra, también se van consolidando en el mundo real. La mente convierte a los enamorados en diseñadores de emociones, arquitectos de puentes humanos, constructores de vidas plenas; pero también los lleva a que sean mucho más sensibles y vulnerables. Eso es parte del riesgo; pero siempre pasa a un segundo término porque se sienten seguros de sus emociones y de sus pensamientos.

La tercera dimensión del amor

Pero la primera y segunda dimensiones no estarían completas ni funcionarían plenamente sin la tercera dimensión. ¡El cuerpo! Esa herramienta magnífica, diseñada perfectamente para que todo ser humano dispuesto, pueda expresar el amor en toda su intensidad. A través del vehículo físico que habitamos mientras vivimos, se disfrutan las emociones y los pensamientos junto al ser amado. Baste escuchar una melodía a su lado, oler su piel, tocar su pelo, saborear un beso. ¡Pero hay más aún! ¡El cuerpo posee una cualidad extraordinaria! ¡Puede expresarse con palabras! ¡Decir lo que siente! Gritar a los cuatro vientos el amor. ¡Las personas pueden decir ‘te amo’! El cuerpo es el medio a través del cual se comunica la fuerza del espíritu y la fuerza de la mente, ambos, a través del amor. Y es la fuerza del cuerpo la que permite además llegar a clímax extraordinarios de expresión como el de una lagrima, una sonrisa, un guiño, un aplauso, una caricia.

Conclusión

Para muchos esto podría ser simplemente obvio; pero muchas veces lo obvio sencillamente pasa desapercibido en la vida y situaciones que pueden resolverse con tan solo amar plenamente, permanece atorado en la incomprensión y termina por separar a seres que no supieron comunicar el amor.
El amor es y debe ser tridimensional porque de otra manera no es amor. El amor a la pareja, a la madre, al padre, al hermano, a la hermana, a la amiga, al amigo, a quien sea, es un amor ejemplar y diferente en cada caso; pero siempre tridimensional. Para amar verdaderamente se debe amar con toda la fuerza del espíritu, con toda la fuerza de la mente y con toda la fuerza del cuerpo. Si alguna de estas fuerzas no es completa, entonces no es un amor completo.


2 comentarios:

  1. Tres atracciones tiene ser humano - el alma, la mente y el cuerpo. De la atracción de las almas - nace la amistad, de la atracción de la mente - nace el respeto, de la atracción del cuerpo - nace el deseo, de la unión de estos tres atracciones - nace el Amor...Tratado de la antigua India "La rama del Durazno"

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